Desde hace muchos años, he rezado el padre nuestro sin referirme a los demás, sino como una oración personal. Sé que ésta oración tiene una carga energética que no sólo ayuda a si mismo, sino a la humanidad en general cada vez que se reza; sin embargo, repetir estas palabras muchas veces la escuché vacía en mi. Esta fue la principal razón por la que oraba cambiando el “nosotros” por el “yo”; por ejemplo, iniciaba así: “Padre mío, que estás en el cielo. Santificado es tu nombre, ven a mi tu reino…”.
Sé que los moralistas podrían criticar mi forma de orar, por eso lo oraba de forma privada.
Cierto día, navegando por Internet, me encontré un Padre Nuestro extendido. Me cautivó, me abrió la mente, me sacó de lo cotidiano de rezar lo mismo y el mensaje de la oración lo extendí a mi realidad.
Esta oración no la quise tener conmigo solamente. Decidí grabarlo para compartirlo con todos ustedes.
Aquí comparto la oración, para que la conozcas. También puedes compartirla si consideras que otros deben conocerla.
No conozco al autor. Si lo conoces, me dices para publicarlo aquí.
